Érase una vez un bosque en el que había una casa. En la casa vivía un fantasma que se llamaba Marcelino. Vivía con sus dos amigos, el sapo Sapín y el murciélago Chocotín y se lo pasaban muy bien asustando a la gente.
Estaban viviendo muy felices y un día apareció un dragón. Y Chocotín le dijo:
- ¿Cómo te llamas dragón? Y el dragón dijo que se llamaba Drodi.
Chocotín le preguntó a Drodi dónde vivía. Drodi le dijo: “Vivo en el castillo encantado, donde vive mi amiga la bruja Maruja. Os invito a cenar a nuestra casa”.
Muchas gracias por invitarnos. Y se fueron al castillo: Chocotín, el fantasma Marcelino, Sapín y Drodi.
- “Tengo mucha hambre. ¿Qué habrá para cenar? – dijo Chocotín.
Los cinco se fueron al castillo y cuando entraron en el castillo los vio la bruja Maruja.
Y comieron: patatas fritas, pescado en salsa de soja, salchichas con carne de pavo, rollitos de primavera, ensalada con lechuga, queso, pollo asado, chocolate, huevos fritos, arroz y moscas para Sapín. Y bebieron: leche, agua, zumo, sangre para Chocotín, coca-cola y mosto.
- Chocotín ¿de dónde vas a sacar la sangre? – Dijo Sapín.
De las pócimas de la bruja Maruja.
Después de cenar el fantasma Marcelino dijo que si iban a dar un paseo. Y como se cansaban mucho, se sentaron en un banco.
Drodi dijo: ¿Queréis dar un paseo volando? y dijeron todos: “Sí, por favor”.
Chocotín no quería ir, y volando se chocó contra un árbol muy alto. Le recogió Drodi con el ala y le llevó al castillo. La bruja Maruja dijo: “Acércate a mí, que te cojo con la cacerola”. Dentro de la cacerola había líqudo de setas para curarle y le vendó el ala. También le dieron un poco de sirope para que se curara y los demás esperaron fuera en un banco.
Después se fueron todos a dormir, a descansar.
Y fueron felices y se dieron con los platos en las narices.
Y aquí se acaba el cuento de los cinco amigos.
Estaban viviendo muy felices y un día apareció un dragón. Y Chocotín le dijo:
- ¿Cómo te llamas dragón? Y el dragón dijo que se llamaba Drodi.
Chocotín le preguntó a Drodi dónde vivía. Drodi le dijo: “Vivo en el castillo encantado, donde vive mi amiga la bruja Maruja. Os invito a cenar a nuestra casa”.
Muchas gracias por invitarnos. Y se fueron al castillo: Chocotín, el fantasma Marcelino, Sapín y Drodi.
- “Tengo mucha hambre. ¿Qué habrá para cenar? – dijo Chocotín.
Los cinco se fueron al castillo y cuando entraron en el castillo los vio la bruja Maruja.
Y comieron: patatas fritas, pescado en salsa de soja, salchichas con carne de pavo, rollitos de primavera, ensalada con lechuga, queso, pollo asado, chocolate, huevos fritos, arroz y moscas para Sapín. Y bebieron: leche, agua, zumo, sangre para Chocotín, coca-cola y mosto.
- Chocotín ¿de dónde vas a sacar la sangre? – Dijo Sapín.
De las pócimas de la bruja Maruja.
Después de cenar el fantasma Marcelino dijo que si iban a dar un paseo. Y como se cansaban mucho, se sentaron en un banco.
Drodi dijo: ¿Queréis dar un paseo volando? y dijeron todos: “Sí, por favor”.
Chocotín no quería ir, y volando se chocó contra un árbol muy alto. Le recogió Drodi con el ala y le llevó al castillo. La bruja Maruja dijo: “Acércate a mí, que te cojo con la cacerola”. Dentro de la cacerola había líqudo de setas para curarle y le vendó el ala. También le dieron un poco de sirope para que se curara y los demás esperaron fuera en un banco.
Después se fueron todos a dormir, a descansar.
Y fueron felices y se dieron con los platos en las narices.
Y aquí se acaba el cuento de los cinco amigos.
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