Estábamos en clase de lengua cuando de repente… ¡¡pi, pi, pi!!, empezó a sonar el pito.
Nosotros ya sabíamos que era la alarma de incendios. Entonces, nos pusimos todos en la fila muy rápido y sin llevarnos nada, ni los abrigos ni el almuerzo.
La profe, le dio el pito a Marina, la primera de la fila y cuando ella se cansaba lo pasaba al compañero de detrás.
Bajamos por las escaleras rápido pero sin correr porque nos podíamos caer y quemarnos con el fuego.
¡Algún niño se pegó un susto enorme cuando oyó los pitidos!
Al final, todos conseguimos salir del cole sin que hubiera ningún herido… ¡aunque no era de verdad, sólo se trataba de ensayar!
Los alumnos de 1º de primaria
los niños de 4º tambien nos dimos un susto
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